Escándalos religiosos que dieron de qué hablar
En la iglesia Holy Cross de Chamblee varios feligreses denunciaron el robo de las ofrendas. Asimismo, dijeron que los administradores del templo, su párroco, Patrick Kingery, y su asistente, Aida Buzeta, encubrieron un intento de abuso sexual contra dos menores de edad durante un retiro juvenil.
El sacerdote Arturo Haro, el segundo al mando en Holly Cross, hizo llegar a la Arquidiócesis de Atlanta estas denuncias.
La Iglesia Católica removió a Haro de la parroquia en abril, lo que molestó a medio centenar de sus seguidores que armaron un escándalo tras la última misa oficiada por el cura mexicano.
Dos personas que dijeron ser “representantes del pueblo” tomaron los micrófonos del púlpito para instar a los parroquianos a no retirarse hasta firmar una carta dirigida al obispo pidiéndole la restitución de Haro y una investigación por el encubrimiento de situaciones anómalas.
Aplausos y gritos rompieron con el silencio que suele tener el santuario.
Pero mientras los manifestantes hablaban, alguien les desconectó el sistema de sonido, provocando la ira del grupo.
“¡Queremos el micrófono; no pueden estarse burlando de la comunidad hispana!”, exclamó de pie sobre una banca una de las asistentes de los controladores del audio.
La portavoz de la Arquidiócesis de Atlanta, Patricia Chivers, negó al principio la existencia de denuncias, pero luego reconoció que sí las hubo y dijo que cada una fue investigada internamente.
Sin embargo, el procedimiento de tales investigaciones no fue esclarecido. La iglesia dio por cerrado el caso del robo de varios miles de dólares y de intento de abuso sexual sin notificarle nada a los denunciantes.
‘Invasión’ a iglesias
En febrero pasado, la agrupación Creciendo en Gracia, de José Luis Miranda, un puertorriqueño que se autoproclama “Dios encarnado”, apareció en Atlanta de una forma muy peculiar.
Cuatro integrantes del grupo llegaron a buscar nuevos adeptos dentro de otras iglesias. Según la directora de comunicaciones de Creciendo en Gracia, Axel Poessy, la idea era confrontar a las religiones con la “verdad” que ellos tienen.
La policía de Gwinnett tuvo que acudir al Tabernáculo de Atlanta para desalojar a cuatro jóvenes, incluida Poessy, tras ser descubiertas ahí por algunos líderes repartiendo su material.
Poessy contó que días antes habían boicoteado una celebración católica.
Creciendo en Gracia es una organización que niega la existencia del pecado y del infierno. Asimismo, insta a sus seguidores a tatuarse el número 666 porque, de acuerdo con su creencia, no es satánico, sino de sabiduría.
Los miembros de Creciendo en Gracia creen que Jesucristo, ahora encarnado en Miranda, muy pronto destruirá a la Iglesia Católica y Evangélica por predicar un falso evangelio.
Fuente: MundoHispánico